UBICACION: SAN ISIDRO | BUENOS AIRES
AÑO DE PROYECTO: 2020
AÑO DE CONSTRUCCION: 2020
SUP. CUBIERTA: 80 m2
SUP. SEMICUBIERTA: 20 m2
SUP. TERRENO: 140 m2
Si bien el tejido de la ciudad de Buenos Aires se caracteriza por poseer una condición morfológica heterogénea y en constante transformación, dentro del rango de las viviendas de baja densidad, es posible detectar ciertas tipologías constantes que han surgido a partir de la interacción de sucesivas variables históricas -como las estrategias de loteo y subdivisión de las manzanas, las normativas urbanas y sus correspondientes actualizaciones, o la tradiciones constructivas de quienes irguieron la ciudad-. Una de estas tipologías identificables es el PH, cuyo nombre deriva de la noción de Propiedad Horizontal, una normativa que ha permitido el desarrollo de viviendas particulares dentro de un mismo lote (construcciones segregadas de baja altura coexisten y conviven entre sí en el mismo terreno dando como resultado un lote hiper-denso)
Históricamente, el PH deviene de la casa chorizo, que a su vez se origina de la división en dos de la típica casa de patio. Si bien también son catalogadas como PH las viviendas compuestas por dos propiedades superpuestas en vertical -una en la planta baja y una segunda en un primer piso-, el modelo más común es el que se deriva de la organización de la mencionada casa chorizo. Esta casa se presentaba como una solución de vivienda adaptada a las proporciones de los terrenos de la ciudad, constituidos a partir de la segmentación de las manzanas en lotes muy angostos (10 varas - 8,66m) y a la vez muy profundos (en algunos casos hasta la mitad de la manzana - 50 m).
Por este motivo, la distribución de los ambientes en hileras, apoyados sobre una de las dos medianeras y ventilando hacia una sucesión de patios ubicados en la medianera opuesta, fue una estrategia que, por efectiva, se replicó en numerosos lugares de la ciudad. De la casa chorizo luego partieron y evolucionaron algunas otras tipologías de la ciudad como el conventillo y los PH.
Durante la década de los 30 y 40, en términos de especulación inmobiliaria, los PH fueron tendencia porque existía un código distinto que permitía edificar hasta el final de la propiedad (mientras que el vigente exige mantener una cantidad de metros para espacios verdes dentro del terreno). Si se estudia el desarrollo edilicio con este primer código, las viviendas que daban directamente a la calle no parecían verse demasiado perjudicadas pero los contra frentes, en cambio, relegados en el centro de manzana, quedaban expuestos a condiciones de habitabilidad complejas. Como resultado, se generaron lotes hiperdensos con construcciones pequeñas que, en muchos casos, derivaron en el desarrollo de espacios mal iluminados y ventilados.
Si bien la proximidad respecto a otras construcciones, la falta de luz natural y las escasas dimensiones en las que se subdividieron los lotes, son factores considerablemente complejos para operar, la posibilidad de insertarse en un contexto de este tipo puede presentarse como una oportunidad para proponer nuevos modos de habitar que reinventen los centros de las manzanas urbanas de Buenos Aires, generando viviendas con desarrollos verticales que tomen ventaja de la aislación sonora que propicia la lejanía respecto a las calles y recuperen la relación con los pulmones, sin perder noción del paisaje arquitectónico consolidado donde se enmarcan.
El proyecto supone una intervención sobre una vivienda existente tipo PH, tipología habitacional característica porteña, herencia de la “casa chorizo” de comienzos del siglo XX.
En un mismo lote conviven una serie de propiedades privadas de vivienda una al lado de la otra; dispuestas en planta baja y comunicadas por un pasillo. CASA SK es la primera propiedad de esta serie; la más cercana a la calle.
El encargo consistía en adecuar una propiedad de 80m2 de tipología típica de Buenos Aires de principios de SXX a las necesidades contemporáneas.
Nuestro trabajo no busco ampliar la superficie sino de despejar y redefinir las conexiones entre los espacios existentes; logrando transformar la distribución interna, dando como resultado armonía entre los espacios comunes y privados de la casa.
El patio, anteriormente había sido techado para mejor aprovechamiento de la superficie, pero perdiendo la posibilidad de expansiones, ingreso de luz y buenas condiciones de ventilación.
La intervención consistió en primera instancia en devolverle un patio a la unidad, entendiéndolo como la condición clave de la tipología de viviendas en PH.
La planta, con la sala de estar y la cocina, establece una relación entre interior y exterior; desmarcando los límites entre el patio y la casa para conformar un espacio continuo y resguardado.
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